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Érase una vez....... Así comienzan todas las historias, también la del centro de salud noruego situado en el extremo sur de Gran Cana- ria. En 1979, el médico y neurólogo Leif Kvan y su familia, originarios de Drammen, viajaron al Valle de Tauro. Aquel otoño, Leif Kvan, junto a su familia, estaba de camino a Kuala Lumpur bajo servicio de la Organización Mundial de Salud (WHO). Durante los preparativos del viaje, su hijo sufrió un shock anafiláctico. Esa reacción alérgica acabó provocándole una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cambió totalmente los planes de la familia. Habían oído hablar sobre las buenas condiciones climatológicas en el Valle de Tauro en Gran Canaria. Hicieron las maletas y emprendieron el viaje al Valle de Tauro en vez de su destino original, Kuala Lumpur. En esa época ya había un colegio noruego certificado en el Valle de Tauro (desde 1974), dirigido por el matrimonio Sonja y Kristoffer Rusten. El edificio del colegio estaba en mal estado, especialmente los servicios sanitarios. La familia Kvan se quiso comprometer con la causa y se integraron en la sociedad del Valle de Tauro. Renovaron locales, organizaban actividades y construyeron un centro de actividades para menores. En la comunidad se rumoreaba que había un médico entre los habitantes. Sin embargo, las autoridades españolas no le otorgaron a Leif Kvan la licencia médica para poder ejercer en España, aún así no dejó de recibir consultas sobre cuestiones médicas.

Era evidente para la familia que la comunidad necesitaba un colegio mejor y un centro de salud noruego en condiciones. Así se sembró la primera semilla y el proyecto de construir un nuevo colegio y un centro de salud con apartamentos para familias empezaba a tomar forma. El objetivo era crear una comunidad noruega, entorno óptimo para las familias que tenían hijos con asma, alergia y enfermedades atópicas. La intención de Leif Kvan era establecer el centro de salud para luego traspasarlo a una o varias asociaciones de pacientes. La experiencia directa de la familia en la isla, viviendo en un entorno cuyo clima resulta óptimo para niños y adultos que padecen asma resultó muy importante en este proyecto para rear un centro de salud noruego. Leif Kvan advirtió a la familia Rusten sobre las carencias evidentes tanto del colegio noruego como de su entorno, y que era imprescindible corregirlas. La familia Rusten estaba de acuerdo, pero no disponían de fondos para participar en esta empresa de construir el centro de salud noruego y un nuevo colegio.

Sonja Rusten sabía de un terreno bastante amplio en el extremo sur de Gran Canaria, propiedad de la familia Roca (Barranco de La Verga). Pensaba que estas tierras serían perfectas para el proyecto y consiguió organizar un encuentro con la señora Roca que tenía una finca en el valle. La señora Rusten y Leif Kvan se reunieron con la señora Roca, quien les contó que varias personas de diferentes países ya habían expresado su interés por la propiedad, sin embargo, el proyectonoruego le produjo impresión, y al final la señora Rusten consiguió el derecho preferente para comprar este terreno ubicado en el sur de Gran Canaria.

Sin embargo, la extensión del terreno le venía demasiado grande al proyecto, proyecto que abarcaba la construcción de un centro de salud y un colegio. Las dimensiones del terreno comprendían incluso la zona que hoy se conoce como Anfi del Mar.

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